“Nosotros dejamos menos conflictos sociales”

¿Qué le parece que el primer ministro, Salomón Lerner, se encuentre en Cajamarca para buscar una solución?
Me parece bien que el Gobierno agote toda posibilidad de diálogo y ojalá que encuentre una respuesta ligera de la contraparte, que son los dirigentes antimineros que hay en Cajamarca.
Precisamente, en esa búsqueda de diálogo, Alejandro Toledo ha propuesto crear un plan anticrisis que convoque a expresidentes. ¿Alan García participaría?
Yo no puedo hablar por el presidente García, pero todo lo que sea dar una opinión para resolver los problemas del país me parece totalmente saludable y conveniente. Todo está en manos del presidente Ollanta Humala. El país lo ha escogido para gobernar y él decidirá si debe reunirse con los presidentes convenientes.
¿De qué manera podría ayudar la experiencia aprista en el tratamiento de los conflictos sociales?
En cada gobierno hay primeros ministros que encaran los conflictos y han tenido estilos diferentes. Lo primero es que tanto Toledo como García son presidentes democráticamente elegidos, siempre la experiencia tiene algo que aportar a la solución de los problemas del país. Toledo y García han sido presidentes y, a pesar de las discrepancias ideológicas, nadie le puede negar a ambos su vocación democrática.
Pero ustedes no manejaron muy bien los conflictos sociales
En términos generales, creo que sí. El problema de Bagua no nos descalifica, tampoco descalifica al doctor Toledo en los problemas que se registraron en su gestión. Los conflictos sociales no los crean los gobiernos, los gobiernos no pueden dejar sin ningún conflicto social al país. Eso sería una utopía, no existe. Lo que deben hacer es encararlos y resolverlos con una convocatoria de diálogo, sin confundirse con chantaje de grupos ideologizados.
¿Cree que esos grupos ideologizados tienen poder sobre el presidente Humala?
No me consta, pero en Cañete han provocado un golpe para que el Gobierno se comprometa a no hacer un penal más. En Cajamarca han tenido que suspender las actividades del proyecto Conga y ahora están dialogando. Ojalá que la viabilidad del proyecto sea resuelta con conceptos técnicos y no por chantajes.
¿No cree que con la mesa de diálogo se quiera evitar otro ‘Baguazo’?
No es que no hubiera diálogo en Bagua.
Pero, si hubo diálogo, ¿por qué hay una sensación de que recién el gobierno del presidente Ollanta Humala está escuchando a las comunidades y en el gobierno aprista no?
Siempre va a existir esa sensación. Mire lo que pasó en Cañete. Hay un muerto, y no por eso vamos a decir que el Ejecutivo tiene la culpa. Sino que hay grupos organizados violentistas.
Si el diálogo es tan importante, entonces podemos decir que el presidente Humala está manejando la situación mejor que Alan García…
Ni mejor ni peor, está asumiendo su responsabilidad. A 120 días, sería injusto juzgarlo. Creo que en este momento hay que apoyarlo.
Se lo pregunto porque en una oportunidad el expresidente García dijo que los indígenas no eran “ciudadanos de primera clase” ¿Eso es muestra de diálogo?
Alan García no dijo eso.
Está grabado…
En fin, eso no merece mayor discusión.
Eso no, pero…
Nosotros dejamos menos conflictos sociales y no le estamos echando la culpa al doctor Toledo (por los conflictos sociales que nos dejó), los resolvimos. Ahora el señor Humala debe resolver los conflictos que se van quedando.
¿Cuántos conflictos dejaron ustedes? ¿191?
Exactamente la cantidad, no la sé. Nosotros no generamos los conflictos, ni teníamos una varita mágica para solucionar todos los conflictos sociales.
¿Faltó diálogo?
Nunca. Hubo mucha vocación de diálogo (…) También hay gente intransigente que pide cosas que no se pueden cumplir.
Entonces, ¿qué pasó en Bagua?
En Bagua pasó lo que sucedió: los policías fueron emboscados. Hubo una crisis política que se resolvió cambiando al Gabinete.
¿Hay un mea culpa?
No sería justo que yo critique la forma política del primer ministro de ese entonces.
Y el expresidente Alan García, ¿qué culpa tiene en el tema?
Qué culpa va a tener él. Era el jefe de Estado y no tiene nada que ver en eso.
Pero, cuando el expresidente García dijo que habían ciudadanos de segunda y tercera clase generó un rechazo que incentivó el conflicto…
No, nadie puede justificar una gota de sangre por unas declaraciones. Estamos en democracia, ¿no?
CARLOS AGUILAR ÁVILA: caguilar@diario16.com.pe